Entradas

Mostrando entradas de enero, 2018

Ross MacDonald: la saga de Lew Archer

Imagen
     Si los mejores escritores son aquellos que, además de juntar adecuadamente las palabras,de tener un estilo reconocible, de proporcionar personajes interesantes, y contar una trama densa y rica en situaciones, ofrecen un retrato coherente y penetrante de aspectos de una parte de la sociedad en que transitan, sin duda  Ross MacDonald es uno de los mejores.      Decía Antonio Muñoz Molina que el "problema" de MacDonald es que escribía siempre el mismo libro. Una voz más lúcida y socarrona le contestó diciendo que puede que fuese cierto, pero que cada libro que escribía era mejor. Modestamente añadiría que , además, ya el primero era muy bueno.     Dando por hecho que Muñoz Molina albergará seguramente su "problema" particular en su propia novelística,  podemos decir que el bloque narrativo de MacDonald es un verdadero canon dentro de la novela policial norteamericana.      El gran Raymond Chandler despotricó en alguna ocasión contra MacDonald, pero es que

Steve McQueen: very cool.

Imagen
         Miraba como pocos actores. Parecía estar siempre pensando en algo, proyectando algo. Lo que proyectaba al exterior era una imagen viril, de un tipo de hombre que quizá ya no se ve mucho en el cine de hoy, plagado de chicos que parecen protagonizar más bien videoclips o anuncios de eau de Cologne, con cuerpos hipertrofiados en innumerables sesiones sudorosas.      El aspecto físico de Steve, su hombría, eran naturales. Su magnetismo provenía de una densidad rocosa interior, al igual que la de su apuesto colega en Los siete magníficos, Yul Brynner, a quien McQueen robaba protagonismo en cada plano en que aparecían juntos.      Steve, sin embargo, a pesar de la rotundidad con que su rostro estaba cincelado, a pesar de su pasado pendenciero reflejado en sus poros, podía llegar a ser romántico, idealista, sutil, elegante, y , claro, "cool" como nadie, vistiendo en su vida personal pantalones stretch de la época, polos de cuello alto que resaltasen sus ojos azulisim